viernes, 20 de marzo de 2009

Tortilla de bonito con pimientos verdes y cebolla

Ingredientes (4 personas)

150 gramos de bonito en conserva de aceite o al natural.

½ cebolla.

1 pimiento verde variedad cuerno o italiano.

1 diente de ajo.

Unas hojas de perejil.

4 cucharadas aceite de oliva.

6 huevos.

Sal.


Cómo se elabora:

Troceamos la cebolla y el pimiento verde en cuadraditos pequeños (brounoisse) como si fuera para pisto. Sofreímos el troceado en una sartén con un poco de aceite de oliva y sal hasta que la cebolla esté amarillenta y cocinada. Escurrimos el sofrito y reservamos el aceite para cuajar posteriormente las tortillas. Desmenuzamos el bonito y lo mezclamos con el sofrito de cebolla y de pimiento verde, el diente de ajo pelado y picado, el perejil y los huevos batidos. Calentamos el aceite reservado en una sartén antiadherente y cuajamos la tortilla o las tortillas individuales, haciéndolo por ambos lados y con el fuego suave para que se cuaje por dentro y no se queme por fuera. Las servimos acompañadas de una ensalada de lechugas variadas.

Arroz con sepia y verduras


Ingredientes (4 personas)

200 gramos de arroz bomba.

100 gramos de cebolla roja.

200 gramos de espinacas.

1 pimiento verde.

2 dientes de ajo.

100 gramos de puntas de espárragos trigueros.

400 gramos de sepia.

1 litro de caldo de verduras.

1 vaso de vino blanco.

6 cucharadas de aceite de oliva.

Sal.

Cómo se elabora:

Picamos la cebolla y los dientes de ajo en trozos muy finos y los sofreímos con unas cucharadas de aceite de oliva. Una vez pochados la cebolla y el ajo, añadimos la sepia troceada, las espinacas en hojas, las puntas de espárragos trigueros, el pimiento verde cortado en tiras y, a continuación, el vaso de vino blanco. Cuando la sepia se ablande, añadimos el arroz, el cual rehogaremos en la verdura y en la sepia. Mojamos el arroz (con el doble de volumen de caldo que de arroz), lo ponemos a punto de sal y dejamos que se cocine durante 18 minutos. Después lo dejamos reposar 10 minutos y, finalmente, servimos el preparado destapado y fuera del fuego.

Quinoa a la jardinera




Ingredientes (4 personas)


300 gramos de quinua.

2 dientes de ajo.


1 cebolla. 2 zanahorias.


200 gramos de calabacín.


1 pimiento verde.


100 gramos de espárragos verdes.


6 cucharadas de aceite de oliva.


Sal.


Cómo se elabora:


En una sartén, sofreímos todas las verduras, cortadas como para elaborar pisto (en cuadraditos regulares) y con unas cucharadas de aceite de oliva. Se hace a fuego moderado, de manera que se cocine la superficie de las mismas y su interior quede al dente. Una vez sofritas, las salamos ligeramente y las reservamos. En una cazuela, rehogamos la quinua con una cucharada de aceite y las cubrimos de agua (el doble de su volumen). Se añade también una pizca de sal. Tapamos y aumentamos el fuego. Cuando rompa a hervir, lo bajamos al mínimo y dejamos que la quinua se cocine hasta consumirse todo el líquido ésta quede blanda (alrededor de 10 minutos). Cuando la quinua se haya cocinado, se coloca en el plato como base y, sobre ésta, el sofrito de verduras. Se sirve caliente.



Ingredientes (4 personas)


4 huevos.


250 gramos de pimiento morrón.


250 gramos de pimiento verde.


50 gramos de cebolla.


¼ litro de salsa de tomate.


4 cucharadas de aceite de oliva.


Sal.


Cómo se elabora:


Troceamos los pimientos verdes, los pimientos rojos y la cebolla en brounoisse (cuadraditos pequeños). Lo salteamos todo con un poco de aceite de oliva en una sartén caliente (también se puede cocinar al microondas a potencia máxima, cubierto con una tapa apta para microondas y durante 8 minutos). Cuando las verduras ya estén blandas, se añade la salsa de tomate y se pone a punto de sal. Distribuimos esta salsa en 4 cazuelitas individuales aptas para microondas. Sobre cada cazuelita cascamos un huevo y, con cuidado, rompemos la membrana de la yema encima de la salsa de tomate. Cocinamos los preparados de las cazuelitas unos 45 segundos a potencia baja (40% aproximadamente). El tiempo puede variar dependiendo de la potencia del horno y de la temperatura del huevo. Una vez fuera del horno-microondas, se pone a punto de sal.

Mijo con frutos secos salteados




Ingredientes (4 personas)


150 gramos de mijo pelado.

1 cebolla.


50 gramos de nueces peladas.


50 gramos de pistachos pelados.


25 gramos de uvas pasas.


1 cucharadita pequeña de curry.


4 cucharadas de aceite de oliva.


1 cucharadita de sal y aceite al gusto.



Cómo se elabora:



Cocemos el mijo en una cazuela con agua hirviendo y una pizca de sal. La cantidad de agua debe ser el doble que la del mijo. Añadimos el mijo a la cazuela cuando el agua esté hirviendo. Lo cocemos a fuego lento hasta que éste haya absorbido el agua. Para que quede suelto, no debe removerse durante la cocción. Mientras el mijo se cocina, salteamos la cebolla cortada en brounoisse (cuadraditos pequeños) en una sartén con el aceite de oliva. Cuando se haya cocinado, le añadimos los frutos secos y el curry y rehogamos todo el conjunto. Mezclamos el mijo cocido con los frutos secos en la cazuela. Removemos el conjunto con mucho cuidado y servimos caliente.

lunes, 9 de marzo de 2009

+ nutrición ortomolecular: ejemplos de comidas

Objetivos: evitar el trigo, los lácteos, el azúcar, los aceites hidrogenados..

Desayuno:


  1. Copos de maíz naturales, de arroz integral, mijo, quinoa etc. con leche de arroz o de soja.
  2. Manzana triturada con yogur natural de soja(sin sabores) y avellanas, anacardos o almendras (crudos y sin sal u otro tipo de añadidos).
  3. Tostadas de pan germinado de maíz o de arroz (sin levadura) con aceite, margarina natural no hidrogenada o Tahín (crema de sésamo)
  4. Tortilla/huevos revueltos o tofu a la plancha.

Sustituir el café, té o los zumos industriales (ricos en azúcar, colorantes, conservantes, emulgentes etc.) por infusiones (manzanilla, manzanilla con anís, menta-poleo, té rooibos, tila etc.) o zumos naturales.

Respecto a la leche de arroz, almendra o soja puede no resultar muy apetecible en un primer momento pero desde aquí aseguro que existen marcas bastante buenas. Sólo es cuestión de rebuscar entre las que ofrecen líquidos inbebibles. Recomiendo la bebida de arroz antes que la de soja puesto que esta última es un tanto pesada.

Comida:

  1. Puré de verduras (espesar con lentejas rojas) + pollo a la plancha (ecológico).
  2. Ensalada de lechuga, tomate, zanahoria, apio, huevos de codorniz y semillas de sésamo aliñada sólo con aceite (evitar el vinagre) + pavo a la plancha (ecológico).
  3. Mijo/quinoa/arroz integral/trigo sarraceno con salsa de tomate natural y alcachofas.
  4. Pisto de calabacín, pimiento, berenjena y tomate + merluza a la plancha
  5. Acelgas con colirrábano y lentejas rojas + bacalao a la plancha
  6. Ensalada de quinoa (con acelgas baby, zanahoria rallada y tomate)+ filete de emperador o caballa
  7. Espinacas/judías verdes/ensalada de hinojo zanahoria y hojas de canónigo + Tortilla y/o tofu a la plancha
  8. Hinojo cocido aliñado con aceite + filete de ternera ecológica
  9. Brócoli y calabacines al vapor + Caballa con puerros, ajo y perejil.

Es importante evitar el pescado procedente de piscifactoría además del ahumado o enlatado (como el atún). La nutrición ortomolecular destaca el pescado azul por encima del blanco.

No utilizar harinas para rebozados (a menos que sean de arroz u otro tipo de cereal sin gluten y que no tengan levadura).

A los purés y las sopas de verduras se les puede echar pipas de girasol o de calabaza crudas.

Evitar la patata y la calabaza.

Merienda

  1. Yogur natural de soja con avellanas
  2. Manzana
  3. Tortas de arroz o maíz inflado solas o con crema de sésamo

Se puede repetir cualquier desayuno.

Cena

  1. Puré de puerro, calabacín, zanahoria, apio, acelgas y/o repollo y lentejas rojas (triturado o no).
  2. Tortilla rellena de calabacín con tomate (previamente preparado) o espinacas.
  3. Acelgas/judías verdes/espinacas/hinojo etc. + pescado a la plancha
  4. Coliflor y acelgas al vapor + Filete de mero acompañado de berenjenas y tomates asados con aceite de oliva.

Se puede repetir cualquier plato de las comidas.

sábado, 1 de noviembre de 2008

Nutrición ortomolecular: candidiasis

¿Qué hay de las patologías intestinales? Puede resultar curioso pero la nutrición ortomolecular, independientemente de su eficacia, cuenta con una estructura mucho más organizada en éstas que la medicina digestiva. Cada una de ellas sigue un tratamiento específico basado siempre en una dieta más una serie de suplementos naturales.
Por ejemplo, la candidiasis. En el ámbito médico convencional no existe la candidiasis intestinal. La más frecuente es la candidiasis vaginal, que se trata en ginecología y luego, un poco menos habitual, está la candidiasis oral, de la que se ocupan los odontólogos. Ambas son infecciones causadas por el crecimiento desproporcionado de una levadura de la familia de las Cándidas, la primera en la vagina, la segunda en la boca. Para los especialistas en nutrición ortomolecular ambas proceden del intestino y tratarlas por separado, como problema exclusivo de cada zona, supone incurrir en un grave error.
La candidiasis es, por tanto, una enfermedad crónica, cuyo origen es el crecimiento de las cándidas en el intestino, que puede llegar a extenderse hasta la boca e incluso, en el caso de la mujeres, hasta la vagina, provocando infección en ambas zonas.
Esta enfermedad intestinal, provoca una serie de síntomas que se pueden identificar fácilmente con otros desequilibrios como el SII, la enfermedad de Crohn, el asma, la sinusitis, la anemia, el hipotiroidismo, la colitis ulcerosa etc.
Esto se debe a que son muchos y muy variados:
Fatiga
Malestar general
Dolores de cabeza
Distensión abdominal
Diarrea y/o estreñimiento
Indigestión
Ardor estomacal
Necesidad de comer carbohidratos (dulces, pasta, pan etc.)
Depresión
Mareo
Dolor de articulaciones y músculos
Molestias vaginales
Retención de líquidos
Insomnio
Infecciones crónicas
Alergias
Picor anal
Afonía
Congestión nasal
Ahogo
Problemas de uñas
Molestias oculares y de oídos

Así pues, la candidiasis crónica no se limita a una sintomatología localizada y ahí reside su dificultad de diagnóstico. La medicina convencional, además, no la contempla de esta manera porque no existen pruebas específicas que demuestren la existencia de cándidas en el intestino. La mayoría de las células de las cándidas se adhieren a la pared de la mucosa intestinal por lo cual, es difícil que aparezcan en los análisis de heces. Para Cala Cervera es importante no descartar la enfermedad sólo por el hecho de que las pruebas de laboratorio resulten negativas. El diagnóstico y, por tanto, el tratamiento se suele realizar en función de la evaluación detallada del paciente: síntomas, historial clínico, análisis de su dieta...

En EE.UU, que ya se contempla la enfermedad desde esta perespectiva, muchos médicos y terapeutas opinan que el protocolo clínico para la candidiasis debería considerarse ante cualquier enfermedad crónica, por presentar nulo riesgo y pocos costes.
El tratamiento consiste en una dieta antifúngica, en la que se suprime principalmente lo siguiente:
Fruta
Lácteos
Alcohol
Levaduras
Patatas
Champiñones y setas
Calabaza
Boniato
Cacahuetes y pistachos
Productos fermentados como el vinagre, tempeh, la salsa de soja, el miso, el té..
Harinas refinadas (arroz blanco, pasta blanca etc.)
Se puede comer:
Carne, pescado y huevos
Vegetales
Legumbres
Frutos secos
Semillas de calabaza, sésamo y girasol
Arroz integral, quinoa, trigo sarraceno, amaranto y mijo
Leche de soja y arroz
Tofu
Aceite de oliva
Infusiones
Aguacate
Tortas de arroz (con moderación)
Con esta dieta se priva a las cándidas de alimento ya que se nutren básicamente de azúcares. Además se combina con suplementos, recetados por el terapeuta, entre los que destacan los antifúngicos que ayudan a acabar con ellas definitivamente.

viernes, 31 de octubre de 2008

La nutrición ortomolecular pt2

Ya hemos hablado en una entrada anterior sobre las 4 sustancias perjudiciales para el organismo y, que deben evitarse a toda costa, según los principios del nutricionismo ortomolecular. Estos son el azúcar, los aceites hidrogenados, los lácteos y el trigo. ¿Cuáles son, sin embargo, los alimentos beneficiosos? Cala Cervera expone de un modo generalizado las pautas alimenticias que, bajo su criterio, debería seguir todo ser humano.

FRUTA: aporta vitaminas y minerales antioxidantes, fibra, agua y enzimas. Sus nutrientes protegen de los desequilibrios cardiovasculares, del cáncer y de otros problemas del sistema inmunitario. Cala Cervera recomienda consumir también las semillas de la sandía, las manzanas, las peras, las uvas, las naranjas y otros cítricos, masticándolas bien, ya que son ricas en magnesio y altamente energéticas.

VEGETALES: son mejores crudos (si no se tiene ningún problema de irritación intestinal) ya que conservan sus enzimas y nutrientes. Al igual que la fruta, aportan fibra y agua y ayudan a la flora intestinal.

QUINOA, TRIGO SARRACENO, MIJO, ARROZ, AMARANTO Y MAÍZ: como ya se explicaba en la última entrada, son los principales sustitutivos del trigo, la cebada, el centeno y la avena. No contienen gluten, por lo que no producen irritación intestinal. Son muy beneficiosos pero consumidos en pequeñas cantidades. Destaca el mijo, que contiene altas dosis de proteína. Es uno de los cereales más ricos en los aminoácidos que el cuerpo utiliza para llevar a cabo funciones de reparación, producción de hormonas y activación de enzimas, entre otras. También es alto en hierro, silicio y calcio, un gran diurético y, por tanto, protector de los riñones.

PROTEÍNAS: son esenciales para la salud. La carne, el pescado, los huevos y las algas contienen proteínas completas (reúnen los 8 aminoácidos que el cuerpo no produce y necesita obtener de la alimentación) Los granos, las legumbres, los frutos secos y las semillas aportan proteínas incompletas (deben ser mezclados entre ellos para obtener los 8 aminoácidos) Cala Cervera es partidiaria del consumo de carne ecológica ya que no contiene sustancias químicas ni hormonas, sumamente perjudiciales para la salud.
Ahora bien, ante patologías intestinales la alimentación adquiere características más específicas y concretas. Próximamente: candidiasis y, por supuesto, Síndrome de Intestino Irritable.
Pero, siguiendo con la dieta sana del nutricionismo ortomolecular, muchas veces reuslta difícil pensar en un desayuno sin galletas o cereales refinados, o en una comida sin espaguetis, pan y rebozados o en una merienda sin bocadillo. Ahí van algunos ejemplos de dieta:
Para el desayuno se puede consumir fruta, semillas, frutos secos, leche de soja, de arroz, de almendra, de avellana, zumos naturales varios, pan de arroz o de maíz, tostadas de quinoa y trigo sarraceno, copos de quinoa, trigo sarraceno, mijo, quinoa o maíz, yogures de soja naturales, crema de sésamo, jamón serrano o pavo, tofu a la plancha, huevos...
En la comida priman las verduras acompañadas de proteínas (pechuga de pollo, filete de caballa etc.) y el arroz, mijo etc. o las legumbres (lentejas, alubias, garbanzos) también con verdura. Existen pastas hechas exclusivamente con arroz y, por tanto, sin trigo, que venden no sólo en las tiendas ecológicas sino también en los supermercados normales y corrientes.
La fruta siempre será mejor tomarla separada de la comida. Por tanto, es una buena opción para la merienda. También lo son los frutos secos.

jueves, 30 de octubre de 2008

miércoles, 29 de octubre de 2008

La salud desde la perspectiva de la nutrición ortomolecular

La nutrición ortomolecular es un estilo de vida y un tipo de medicina basado en aportar a cada célula del cuerpo lo que necesita. Como su propio nombre indica se trata al paciente a través de la alimentación y, además, abarca muchas patologías. Probablemente fuera Cala Cervera la pionera en este campo dentro del territorio nacional. Según cuenta, desde pequeña y durante muchos años sufrió ataques de pánico que ni los médicos ni los psiquiatras supieron abordar hasta que finalmente, harta de su situación, decidió investigar por su cuenta métodos de curación. De esta manera comenzó a leer en abundancia libros sobre salud humana hasta que llegó a sus manos información acerca de esta rama del nutricionismo. Ella asegura que tras seguir unas pautas de alimentación específicas consiguió curarse por completo y a día de hoy no ha vuelto a sufrir aquellos angustiosos síntomas. Y es que la nutrición ortomolecular se rige por el conocido principio de "somos lo que comemos" , tanto física como mentalmente. Por eso muchas enfermedades incomprendidas en el entorno médico habitual pueden encontrar la solución en la nutrición ortomolecular que se dedica al minucioso conocimiento de las necesidades del cuerpo humano. Cala Cervera lo experimentó personalmente y decidió, además, estudiar nutricionismo ortomolecular en Londres. A su vuelta, abrió su propia clínica en Barcelona. Ha publicado varios libros; uno de ellos, La nutrición ortomolecular, sintetiza los principios de la especialidad y aborda algunas patologías intestinales como la candidiasis crónica, los parásitos, el síndrome de intestino hiperpermeable e incluso problemas como el estrés, la retención de líquidos la anorexia nerviosa y el hipotiroidismo. Cala Cervera es la mejor referencia, en España, de la nutrición ortomolecular. Para abordar la perspectiva de esta rama médica, me remito única y exclusivamente a su libro.
Aunque la nutrición ortomolecular trata a cada paciente de forma individualizada, rechaza 4 sustancias nocivas fundamentales:

1. El azúcar
2. Los aceites hidrogenados
3. Los productos lácteos
4. El trigo

Tiene gracia (o quizá no) que todos ellos se consuman a mansalva en todo el mundo.

Cala Cervera es contundente en este asunto: "los azúcares son los responsables de la mayoría de nuestros problemas actuales de salud" Y por azúcar entiende todos y cada uno de ellos (azúcar blanco y moreno, miel, fructosa, siropes, glucosa, maltosa, dextrosa y sustancias como la sacarina, el aspartamo etc.) Paradójicamente, seguimos recibiendo la idea de que el azúcar es importante para la salud por cuanto proporciona energía. Se trata de un error conceptual en el que los términos azúcar y glucosa se utilizan como sinónimos.

Es, en realidad, la glucosa de la sangre la que aporta energía. El azúcar no produce más que el efecto contrario: aumenta de forma desproporcionada los niveles de glucosa en sangre lo cual obliga al páncreas a reducirlos drásticamente generando grandes cantidades de insulina hasta producir el llamado "bajón de azúcar". Ya su desafortunado nombre incurre en el error. Aparte del agotamiento, uno de sus conocidos síntomas es la necesidad de ingerir más azúcar lo cual supondría un nuevo incremento, brusco y desproporcionado, de la glucosa repitiéndose el ciclo.

Como la sociedad sigue pautas alimenticias basadas en la ingestión de azúcares, sus niveles de glucosa arrastran una rutina muy poco equilibrada. Imaginemos una dieta normal: por la mañana, el individuo se levanta con unos niveles de glucosa muy bajos tras haber estado aproximadamente ocho horas sin comer. Para enfrentarse al duro día desayuna sus habituales cereales industriales con leche y un zumo de naranja con azúcar añadido, o bien galletas (chocolateadas, integrales, de mantequilla, con mermelada o cacahuetes...) o cualquier tipo de bollería. Inmediatamente sus niveles de glucosa se disparan. A partir de entonces su páncreas trabajará para reducirlos y a la hora de comer habrán vuelto a descender bruscamente. Hasta entonces habrá experimentado la creciente necesidad de ingerir más dosis de azúcar que simplemente identificará con el hambre normal y corriente. A la hora de comer probablemente volverá a disparar su glucosa en sangre con unos alimentos poco saludables y así infinita y sucesivamente. Las consecuencias son:

-Aumento de las grasas de la sangre pudiendo dar lugar a bloqueos de la circulación, gangrena y enfermedades del corazón.

-Crecimiento de las levaduras.

-Depresión de la inmunidad, infecciones.

-Aumento de células anormales.

-Cataratas.

-Oxidación celular y destrucción del tejido.

-Un elevado nivel de insulina favorece la producción de protaglandinas, las cuales perjudican al sistema inmunitario y favorecen la agregación de plaquetas.

- El exceso de glucosa en sangre neutraliza los efectos de los ácidos grasos esenciales Omega 6 y Omega 3, los cuales juegan un importante papel en la prevención y tratamiento del cáncer.

- Las células cancerígenas se alimentan principalmente de la glucosa de la sangre por lo que unos niveles desproporcionados de esta sustancia favorecen el crecimiento del cáncer.

Con una dieta adecuada este desproporcionado ciclo se rompe; la glucosa sigue unos niveles mucho más equilibrados.

En cuanto al punto 2, los aceites hidrogenados, fritos y procesados son totalmente perjudiciales. Se encuentran en la margarina, la comida prefabricada y la bollería. Cualquier aceite de semilla (girasol o maíz) que haya sido frito pasa a formar parte de este grupo de sustancias insalubres. Cala Cervera recomienda el uso exclusivo de aceite de oliva para cocinar y en crudo.

Los productos lácteos son por otro lado los grandes incomprendidos de la sociedad. Si el azúcar se entiende en determinados contextos como bueno, ¡los lácteos se consideran fundamentales en la dieta! Para el nutricionismo ortomolecular nada más lejos de la realidad. En primer lugar, son alimentos muy dados a producir intolerancias, que en muchas personas pasan desapercibidas. Sin embargo, la ingente cantidad de individuos que un buen día desarrollan intolerancia a la lactosa (la más conocida) y que por suerte se les detecta, hace sospechar acerca de las supuestas cualidades saludables de estos alimentos. Se sabe que la proteína de la leche de vaca es difícil de digerir y que también favorece la permeabilidad intestinal. Además, la leche aumenta la mucosidad, taponando el sistema linfático (que ayuda a la desintoxicación), bloqueando la absorción intestinal de nutrientes, impidiendo la digestión de los alimentos y congestionando el sistema respiratorio, lo cual contribuye al desarrollo de infecciones crónicas. Y todo esto, para todos y cada uno de los intestinos. Las personas intolerantes pueden considerarse afortunadas por rechazar de manera más evidente este proceso y, por tanto, poder ponerle remedio.

Cala Cervera recuerda que no todas las sociedades consumen productos lácteos. No lo hace la raza china, ni los indios de Sudamérica ni muchas poblaciones africanas por no tener acceso a ellos y, sin embargo, no se mueren por falta de calcio. La asociación leche-calcio es en la actualidad exageradamente engañosa. Nadie parece conocer otra fuente de este nutriente y, sin embargo, los hay a miles. Transcribo un fragmento del libro de Cala C.

Las investigaciones revelan que nuestros ancestros eran altos y tenían unos huesos y dientes formidables y, en cambio, no disponían de leche d evaca, ni de queso, ni de yogures... ¿Cómo lo hacían? Indudablemente su dieta era rica en calcio y otros minerales indispensables para la salud ósea pero, sobre todo, era nula en sustancias como azúcares, café, refrescos, cereales refinados... sustancias que descalcifican e impiden el buen uso de los minerales en el organismo. Existen muchas fuentes de calcio, más sanas, más absorbibles, y que, paralelamente, contienen también otros minerales que ayudan a fijar el calcio en los huesos. Éstas son, por ejemplo, el pescado, frutos secos, semillas, algas, vegetales de color verde oscuro, algarroba, olivas, huevos...


Por último, ¿qué hay del trigo? Ése sí que es la base alimenticia del planeta en su totalidad. Se consume en el desayuno, en la comida, en la merienda y en la cena en forma de galletas, cereales, bollería, pan, tostadas, harinas, pasta, sopa de fideos, pizzas etc.

Este cereal es un gran irritante del sistema digestivo, ya que es rico en gliadina, una proteína que forma parte del gluten. Su consumo en grandes cantidades puede erosionar la vellosidad intestinal. Este proceso incide enormente en la salud del organismo porque es a través de las vellosidades que digerimos y absorbemos los alimentos. Además supone una fermentación que lleva a sustancias irritantes para la pared intestinal. Ante esta irritación el intestino produce una mucosidad con el fin de lubricar sus paredes. La excesiva mucosidad impide el contacto de los alimentos con la pared intestinal y, por consiguiente, con las enzimas que ayudan en la digestión y absorción. El resultado es la desnutrición celular, además de síntomas como dolor intestinal, diarrea y/o estreñimiento, hinchazón abdominal, fatiga etc.

No obstante, el trigo tiene muchos sustitutivos saludables como la quinoa, el trigo sarraceno, el amaranto, el arroz, el mijo y el maíz. No así el centeno y la avena, que cuentan con la misma naturaleza perjudicial e irritante.

jueves, 11 de septiembre de 2008

Hidroterapia de colon

Ya que la mencioné en mi anterior entrada quisiera profundizar un poco más en esta terapia para todos aquellos que no la conozcan.
Se trata de una terapia muy concreta y puntual que solo se oferta en las clínicas privadas y por tanto suele costar un piquito.

Se presenta como un proceso de depuración que permite la mejoría de aquellos síntomas relacionados directa o indirectamente con la deficiente evacuación intestinal. Durante 45 minutos se suministra al paciente continuas irrigaciones de agua templada y filtrada vía rectal, seguidas de vaciados. El tratamiento se suele prolongar hasta tres sesiones, una por semana. Teóricamente el resultado final se caracteriza por una sensación de ligereza y bienestar muy notable, y mucha gente que ha pasado por la experiencia así lo corrobora. Sin embargo, considero que no siempre es así. Hay que puntualizar que en ningún caso se trata de una terapia perjudicial. Pero algo que normalmente no se menciona en los folletos publicitarios es que dicho tratamiento implica una destrucción de la flora que luego los terapeutas intetarán paliar mediante la recomendación de una dieta específica. Por supuesto no todos los pacientes reciben igual este arrasamiento. Muchos intestino-irritables recurren a la hidroterapia en un intento desesperado de aliviar sus síntomas, con el intestino peleón y la flora en mal estado. Este tipo de paciente con el intestino ya desequilibrado puede experimentar durante el proceso molestias y dolores típicos de la diarrea aguda. Además, si sufre de acumulación de gases, estos pueden hacer la terapia un poco más complicada porque a veces taponan la salida del agua. No obstante, nunca las molestias vendrán del tratamiento en sí que es de lo más inocuo que existe sino, como ya he explicado, del propio intestino sensible al tránsito y ya desequilibrado.

Conclusión: el tratamiento no es agua de mayo para el intestino en el caso de SII porque uno se va con el mismo intestino disfuncional y con la flora algo más revuelta aunque, eso sí, un poco (bastante) más vacío. En ese sentido viene muy bien para evitar durante un par de días ese síntoma de plenitud tan molesto y característico del SII.

jueves, 28 de agosto de 2008

Paliativos 2, el agua


Es tu sustancia cómplice. En todos sus usos será beneficiosa.
Beber agua en abundancia es la recomendación por excelencia. Ayuda a la movilidad, y elimina toxinas aunque no hay que pasarse y arrasar la flora intestinal a base de continuos tsunamis. Creo que de un litro y medio a dos al día es la cantidad recomendada por los expertos.


En el exterior el agua también es muy beneficiosa. Un especialista en Síndrome de Intestino Irritable me recomendó una vez que acudiera a balnearios. Desde luego cuidarse así es ideal pero no siempre factible. Los balnearios no son un recurso para todos los días ni para todo el mundo ya sea por tiempo o por dinero. Sin embargo, con acudir al polideportivo más cercano es más que suficiente. Baratas y climatizadas, las piscinas cubiertas son una estupenda opción. Uno puede nadar a su antojo aunque de vez en cuando se encuentre al típico y apremiante pesado que se cree entrenando para los olímpicos. Nada que la división por calles no pueda arreglar.
Media hora de piscina y te sentirás maravillosamente flotante el resto del día, una sensación de la que tristemente se nos suele privar a los sufridores intestinales. La pesadez es nuestra realidad.
Muy relacionado se encuentra también la hidroterapia de colon pero no me atrevería a incluirla aquí como paliativo. Se utiliza como tal y mucha gente habla maravillas de sus resultados en un sentido inmediato. Sin embargo, no todo el mundo sale de la consulta con una sensación de "maravillosa ligereza" sino de "revoltijo intestinal". Y es que alguien que tiene la flora arrasada y su intestino es como una tierra de nadie no le va a venir especialmente bien llenárselo de agua y vaciárselo continuamente durante casi una hora. Puede sentirse más vacío una vez finalizado el proceso pero el problema sigue estando ahí sobre después de darle una buena tunda acuática al intestino.






domingo, 27 de julio de 2008

Sabes que existen muchas opciones alternativas al SII? al fin y al cabo, el síndrome de intestino irritable define una patología inexistente (cuando en teoría no te pasa nada te diagnostican de SII...). Sin embargo, existen más opciones en ese caótico mundo del aparato digestivo humano. Aquí te nombro algunas:

Intolerancias varias (celiaquía)

Candidiasis crónica

Enfermedad de Crohn

Síndrome de intestino permeable


Muchas de ellas vadean en la ambigüedad médica. Podrás encontrar referencias detalladas sobre algunas o la negación de su existencia según donde busques. Es triste que en pleno siglo XXI los propios pacientes deban procurarse ellos mismos la información y elegir dentro de las miles de opciones, la mayoría de las veces contradictorias, a la par que sufren su mal. Sin embargo ya sabemos que actualmente así están las cosas respecto a este tema. Más adelante iré profundizando en cada patología para poder facilitar la información a los lectores.

lunes, 26 de mayo de 2008

El Síndrome de Intestino Irritable

El síndrome de intestino irritable es un trastorno caracterizado por una combinación de síntomas que se consideran debidos a una anomalía de la función motora intestinal. El intestino normal moviliza su contenido mediante contracciones musculares secuenciales (propulsión), pero también tiene zonas de detención (segmentación). La combinación de propulsión y segmentación se denomina peristalsis y cuando funciona con normalidad ni siquiera nos damos cuenta de ella. El control de la peristalsis es complejo y cabe definir el síndrome como pérdida de la coordinación de estas contracciones.
El trastorno del tubo digestivo puede afectar a cualquier segmento del mismo, desde la boca hasta el ano, lo que justifica la amplia variabilidad de los síntomas que pueden aparecer con dicho síndrome.Todavía se utilizan con frecuencia antiguas denominaciones del síndrome de intestino irritable, como por ejemplo colon irritable, colon espástico o colitis mucosa. Estos nombres son inadecuados porque, como se ha señalado antes, el trastorno no sólo afecta al colon, sino al conjunto del tubo digestivo.

Esta es una versión de las explicaciones científicas que se pueden encontrar al respecto. Es interesente, por supuesto y necesaria como primer paso de conocimiento de la enfermedad pero, evidentemente, hay mucho más. Cosas encubiertas, importantes, difíciles de enmarcar en definiciones científicas y que constituyan la verdadera realidad del enfermo de SII.

Alba publicó un post en el Forosii de macu, que he rescatado con el fin de que me sirva de introducción y que paso a transcribir a continuación:

¡Hola a todos! ¿Cuanta gente padece de sintomas de SII y no se atreve a decirselo a nadie? [...] La educación que hemos recibido, la educación de nuestra sociedad hace que este sea un tema desagradable para muchos... es desagradable, pero sólo tendría que serlo por el hecho de que lo estemos pasando mal por nuestros síntomas... no por lo que puede pensar la gente... A mí ya no me importa lo que piensa la gente si m elevanto 5 veces en un restaurante o en una cena para ir al baño... es de mala educación? según muchos lo es... y a mí que, si me encuentro mal, me encuentro mal; [...] Todo esto para mí son tonterías... Lo superé hace tiempo, no me importa lo que piensa la gente cuando me levanto en medio de una clase corriendo; sé que muchos de ellos piensan que lo hago porque sí, porque soy más chula que nadie y quiero simplemente ir a darme una vuelta (me lo han dicho), pero a mí no me importa, que piense lo que quiera la gente, es su problema, ellos vivirán amargados con su educación y con unas normas que no se pueden llevar a cabo si uno no está bien... Otro punto es explicarle a la gente que se padece de SII por el pudor que el tema supone; todos cagamos en esta vida, y quien tiene problemas con esto es como el que tiene problemas con migrañas... ¿qué pasa, qué es mucho más elegante la cabeza o el cerebro que el aparato digestivo? Son partes de nuestro cuerpo que necesitamos y que nos hacen tener una vida mejor o peor. Yo no me avergüenzo de hablar de mi intestino, al igual que no me avergüenzo de hablar de mi cabeza.... [...] todos somos humanos y tenemos problemas de humanos y no nos debemos avergonzar de ello; nuestro cuerpo es todo por igual de elegante y nuestros síntomas son igual de importantes que el que tiene migrañas, hasta pueden ser mas molestos y nos pueden limitar más la vida fisicamente! Y para que la gente nos escuche debemos dejar de avergonzarnos de lo que nos pasa, porque además el remate es que nos digan que todo son nervios!!! Aún nos hace avergonzarnos mas de lo que nos pasa!!! Un beso a todos, ánimo! y un abrazo.

Este mensaje por supuesto no es determinante o fundamental para comprender todo lo que implica el SII pero sí que alude a esa pequeña parte de la vergúenza y un poco a la incomprensión social. También cómo a veces parece que se trate de un síndrome necesario de esconder al mundo en cuanto que implica una alteración del transcurso intestinal final o la función última del colon (aunque no sea lo único que haya que tener en cuenta)

Paliativos 1



No seré yo quién recomiende desde este espacio medicación, tratamientos o alternativas terapéuticas más que nada porque, hasta ahora, ninguno de los que he probado -y han sido muchos- me han funcionado. No profundizaré pues en medicamentos pero sí en "paliativos", naturales que considero sumamente eficaces.
El paliativo por excelencia es el DEPORTE. Yo lo practico, aunque no todo lo que quisiera, y no hay un momento desde que empiezo a sudar y a resoplar en que mi SII se manifieste. Y luego me siento tan bien... hasta que vuelve la misma cantinela pero, siempre puedo ponerme a correr de nuevo.
Puede parecer en un principio contradictorio -el machaque físico contra la enfermedad- pero, ¿quién ha dicho que el cuerpo humano sea coherente?. Nuestras papilas gustativas buscan desesperadamente esas sustancias que sólo perjudican a nuestro organismo, el cuerpo tiende a la satisfacción inmediata, busca una comodidad insana. Podría morirme tirada en el sofá embargada del engañoso placer de no hacer nada.
Por suerte existe la desesperada ambición del cuerpo 10, tan arraigada en la sociedad que conduce a un mediano porcentaje de la población a combatir el sedentarismo. Nuestros objetivos están muy desvirtuados, pero ¿qué sería de nosotros sin la operación bikini?. ¿Haríamos algún esfuerzo en función de la salud o moriríamos ahogados en nuestra propia grasa? Dejaré la pregunta en retórica porque no quiero desvirtuarme yo misma del objetivo de esta nueva entrada.
Así pues, el deporte. Desde aquí lo recomiendo encarecidamente a todos los sufridores y sufridoras y ya no especifico la enfermedad. Ya se sabe que el deporte es bueno PARA TODO.
Una vez aceptada esta premisa, hay que plantearse qué tipo de deporte va mejor en cada caso. Respecto a los pacientes de problemas colónicos, especialmente aquellos que padecen SII, considero que es bueno un deporte potente antes que uno suave y reflexivo. Todos habréis oído en alguna ocasión que el yoga es muy beneficioso y no pretendo desmentirlo pero creo que no es la única arma con la que deberíamos contar. Si sufres de SII probablemente también lo harás de depresión, melancolía, tensión, etc. y el yoga puede ayudarte, y mucho, en la parte emocional. También proporciona un equilibrio mente-cuerpo fundamental para todos aquellos intestino-irritables. ¿Cuántas veces nos han acusado de nerviosos? miles y esto se debe a que en momentos determinados, un estado de tensión emocional puede agravar los síntomas. Por eso es bueno mantener el cerebro a raya, porque ya tenemos el intestino peleón y sensible a cualquier aliciente que lo vuelva más rebelde. Lamentablemente cuando desde el exterior nos hablan de nuestros nervios no lo hacen en base a esta última explicación que considero de lo más sencilla, además de fácilmente entendible. En realidad nos "acusan", nos mencionan el supuesto origen de todos nuestros problemas y curiosamente, nos echan la culpa de ello por no controlar nuestro cerebro. Un error de concepción, de perspectiva, en el que es fácil caer cuando eres un metiche, te gusta hablar de lo que no sabes, y no sientes la necesidad de esforzarte intelectualmente más allá del pensamiento y medio.
Las clases de relajación te ayudarán también a lidiar con este tipo de personas que lamentablemente harán acto de presencia más de lo que quisieras. Sin embargo, cansarse, sudar, correr... todo eso es verdaderamente bueno para mitigar los síntomas intestinales. Fatigarse deja al colon extenuado, casi sin ganas de molestar o, al menos, así lo percibo yo del mio propio.
Alpinismo, footing, salto con pértiga, taekwondo, natación, tenis, baloncesto, batuka o aerobic... elige el tuyo y a SUDAR!!!
Ya lo sabes; si padeces de SII, el deporte es fundamental para sobrellevar esto. Busca tiempo, y practícalo con asiduidad y manténlo en los primeros puestos de tu lista de prioridades a la hora de enfrentarte a tu enfermedad.
SII es NO;

NO a la tranquilidad, NO a salir con los amigos, NO a comer fuera, NO al chocolate, NO al bienestar físico, NO al bienestar emocional, NO a dar todo lo que uno puede y NO a la felicidad (como mínimo completa)

El Síndrome de Intestino Irritable (SII) merma la calidad de vida de miles de personas día a día, en la mayoría de los casos sin perspectiva de cambio. Esta enfermedad que los médicos rehúsan calificar como tal, puede alterar la realidad del paciente en poco tiempo. Básicamente uno se mete en una espiral de complicaciones de la que no sabe salir, y en la que cada vez se hunde más. Por tanto, hablar de SII es hablar de psicología, pero no porque se trate de una enfermedad psicológica, psicosomática o psicoloquesea, sino porque sus efectos psicológicos son, con mucho, los más graves y difíciles de afrontar. Curiosamente la sociedad tiende a mezclar todos estos conceptos, términos o campos de actuación, normalmente recurriendo a la simplicidad, siempre desacertada. Porque simplificar una enfermedad, en sí misma muy compleja, sólo puede conducir al error, a las falsas premisas de las que partirá un diagnóstico inexacto o equivocado.
Tampoco ayuda el hecho de que se trate de la enfermedad diagnosticada desde la ignorancia, porque el SII, es el diagnóstico diferencial por excelencia. Es el recurso conceptual ante un montón de pruebas negativas. ¿Por qué la sociedad médica ha llegado a nombrar algo que no tiene explicación científica? Porque son muchas las personas que lo padecen; tantas, que era imposible seguir eludiéndolo. Por supuesto, haber conseguido unificar un conjunto de dolencias y síntomas bajo un mismo nombre no supone, ni ha supuesto aún, un tratamiento unificado, ni mucho menos definitivo. Porque aunque los pacientes respondan al mismo diagnóstico, y sus dolencias se vean forzosamente igualadas, sus respuestas no son tan homogéneas. Se dice que el recurrido SII probablemente englobe múltiples patologías con orígenes diferentes, que no se detectan. Lo cierto es que los problemas de colon son, en los días que corren, un hecho y un gran problema en cuanto que a veces suponen un misterio para los propios médicos. Y, mientras tanto, se multiplican, ayudados por esa cantidad ingente de productos que consumimos diariamente convencidos de su compatibilidad con el cuerpo humano pero, esto ya, es otro tema que seguramente trataré más adelante.
Mi intención respecto a este blog es proporcionar información sobre esta enfermedad. Pero no esa información primaria o elemental que cualquiera puede encontrar buscando en google, y que alude a una definición y a la descripción de los síntomas fundamentales. Prefiero acercar a los lectores las situaciones, emociones, secuelas etc. que derivan del Síndrome de Intestino Irritable, información con la que sentirse identificado en caso de padecerlo, o con la que incrementar sus conocimientos y potenciar su sensibilidad y comprensión. Quiero contribuir a un mejor conocimiento del SII y, si es posible, afianzarme como fuente útil y beneficiosa, que muestra todo ese trasfondo de circunstancias que al final, es la realidad de la enfermedad crónica.